Cómo matar los diarios impresos… 25


Los gráficos se quejan en todo el mundo de los plumillas.
Con toda razón.
Lo malo es que, de modo creciente, las guerras genocidas en muchas redacciones se reproducen también ahora dentro del propio territorio de los gráficos.
INNOVATION viene predicando desde hace años que todos los recursos gráficos y audiovisuales deben operar de un modo más sinérgico.
No tiene sentido que dentro de una redacción multimedia muchas coberturas gráficas se dupliquen, tripliquen o hasta cuatripliquen.
No tiene sentido que en coberturas de choque no se puedan crear equipos ad-hoc con recursos de diversas cabeceras.
No tiene sentido que diseñadores, fotógrafos, videógrafos, desarrolladores, ilustradores e infografistas no se hablen.
No tiene sentido que todos ellos vivan amurallados frente a las redacciones.
Estas unidades de Periodismo Gráfico y Audiovisual (PGA) deben trufarse con sus colegas.
Sin complejos, ni de inferioridad pero tampoco de superioridad.
El futuro de los diarios impresos y el futuro de las redacciones multimedia está más entrelazado de lo que nos imaginamos.
Sin esa cooperación unos y otros están condenados a la decadencia.
Abajo los muros de Berlin de las redacciones gueto.
Abajo los periodismos numantinos.
Abajo la incomunicación.
Y, sobre todo, respetarse, entenderse y caminar juntos a una meta común: contar historias «por tierra, mar y aire».
 
 

Fotos de Primera


No es habitual que los «plumillas» elijan las mejores fotos para las primeras páginas de sus diarios.
Mucho más cuando no escuchan el parecer de los editores de fotografía.
Así pasa lo que pasa.
Pero hay excepciones.
Como el International Herald Tribune en  Paris.
Casi todos los días son diferentes, originales, atrevidos y creativos.
Como hoy.

Cómo matar los diarios impresos… 12

Estaban en sus laboratorios.
En otras plantas.
Marginados de las redacciones.
Donde se hablaba de «ellos» y «nosotros»
Como los infografistas.
Vistos como gente que trabajaba «para» nosotros, no «con» nosotros.
Eso hizo que muchos departamentos de fotografía se aislaran.
Y se convirtieran en guettos.
Sin voz ni voto.
Ninguneados por los plumillas.
Vistos como fotógrafos de «bodas y bautizos»
No es extraño, por tanto, que el fotoperiodismo siga siendo una asignatura pendiente.
Lamentablemente.
Inexplicablemente.