Cuando nuestros diarios impresos salen a la calle, todo el pescado está ya vendido.
Así como suena.
Los diarios ya no somos «propietarios de las noticias» dice Gabriel Garcia Márquez.
Pero todavía hay muchas redacciones que no se han enterado.
Y por eso siguen fabricando fiambre.
Haciendo periodismo del día de ayer y no del día después.
Periódicos que nos quieren cobrar por lo que ya sabemos.
¿Noticias exclusivas?
Por supuesto, cuantas mas, mejor.
¿Noticias de segunda mano?
Estamos locos.
Los lectores se dan cuenta.
Y dejan de comprarnos.
Porque ya no somos necesarios.
Ya no somos imprescindibles.
Y no damos nada nuevo.
Lo nuevo es explicar.
Lo nuevo es profundizar.
Lo nuevo es ir más allá de las noticias.
Lo nuevo es añadir valor.
Lo nuevo es contar historias.
¿Más allá de las noticias?
Inteligencia.
Periodismo Caviar.
Cómo matar los diarios impresos…3
Viví hace años la larga e incabable agonía de Juan Pablo II en un diario norteamericano.
Una noche, como todas las noches, su director me decía fustrado y abatido:
«Pido a Dios que se lo lleve porque su agonía nos pone en evidencia»
Razón tenía porque, se quejaba, «¿qué demonios vamos a publicar mañana que ya no hayan visto, oído o leído nuestros lectores el día anterior y durante la madrugada cuando nuestras rotativas imprimen un diario ya superado por los acontecimientos?»
Buena pregunta.
Todo eso, sin embargo, no es nuevo.
Primero creyeron los diarios que las webs no eran competencia porque sólo colgaban las versiones online de las ediciones impresas.
Pero llegó Google News y todo cambió: nuestros lectores podían seguir las «últimas noticias» en tiempo real, las propias y las ajenas, las locales y las internacionales.
Todas.
Todo el tiempo.
En cualquier parte.
Luego vinieron otros «agregadores», piratas o no, pero que nos «robaron» las últimas noticias.
Y ahora somos nosotros mismos los que vamos camino de «canabalizarlas» con versiones en tabletas que se actualizan a lo largo del día.
No en una sucesión deslabazada y a veces contradictoria de «flashes» noticiosos.
No.
En versiones que consolidan las noticias y las convierten en historias y análisis.
Periodismo que compagina lo instantáneo con el porqué y el más allá de las noticias.
Algo que tampoco es nuevo porque siempre las buenas agencias de noticias lo hicieron, lo hacen y lo seguirán haciendo.
Y ahí están Associated Press, Reuters o Bloomberg para demostrarlo.
Así que ya me dirán ustedes si no es urgente, vital, estratégico y decisivo el «repensar» el contenido y la estructura de los diarios impresos.
Los diarios del «día después» y no el «diario de ayer»
Ese es el reto.
