Cómo matar los diarios impresos…13


Estamos en el mismo barco pero guerreando y todavía sin firmar la paz.
Con un «ellos» y «nosotros» que es signo de inmadurez y falta de sentido común.
Porque olvidamos que todos tenemos los mismos intereses: informar y servir a lectores y anunciantes, audiencias y comunidades.
Pero seguimos queriendo hacer la guerra por nuestra cuenta.
Al precio que sea.
Normalmente, la esterilidad, la crisis y la decadencia de nuestras redacciones.
Cuando no podemos permitirnos el lujo de perder el tiempo en discusiones bizantinas y estériles.
Entre talibanes del papel.
Y talibanes digitales.
Porque, señoras y señores, nadie es más que nadie.
Nadie.
Ni usted ni yo.
Nadie.
En las redacciones multimedia del futuro necesitamos talentos complementarios.
Nadie sobra.
Necesitamos, por el contrario, talentos que nos enriquezcan.
Gentes que nos unan.
No que nos dividan.
Con trifulcas de fanáticos.
Incapaces de ver que el futuro es de todos.
Trabajando juntos.
Sin arrogancia.
Como profesionales.
Y gente seria.
No como adolescentes malcriados.

Cómo matar los diarios impresos… 12

Estaban en sus laboratorios.
En otras plantas.
Marginados de las redacciones.
Donde se hablaba de «ellos» y «nosotros»
Como los infografistas.
Vistos como gente que trabajaba «para» nosotros, no «con» nosotros.
Eso hizo que muchos departamentos de fotografía se aislaran.
Y se convirtieran en guettos.
Sin voz ni voto.
Ninguneados por los plumillas.
Vistos como fotógrafos de «bodas y bautizos»
No es extraño, por tanto, que el fotoperiodismo siga siendo una asignatura pendiente.
Lamentablemente.
Inexplicablemente.