
A mi juicio, las causas son muy variadas y no pueden reducirse a Internet que, en estos días de luces y sombras del periodismo, parecer que es lo mismo el gran «coco» que el infalible «curalotodo»
Primero, lo primero: la publicidad.
1. LOS DARIOS NO MUEREN POR FALTA DE LECTORES SINO POR FALTA DE PUBLICIDAD.
Lo repetía siempre Leo Bogart, autor de La Prensa y su Público, libro que tuve el honor de editar en usu versión española.
El Washington Post, como la gran mayoría de diarios norteamericanos, se desangraba publicitariamente.
Dejó escapar los clasificados.
Siguió primando una publicidad cara y barata al mismo tiempo.
Se llenó de encartes que daban dinero a sus impresores no a los diarios que los insertaban.
Maltrató a los anunciantes abusando de su situación de monopolio de hecho.
Inundó las ediciones con un volumen agobiante de centrimetraje publicitario que convertía a los contenidos periodísticos como simples rellenos para ocupar los huecos de lo que no eran anuncios.
2. EL MODELO DE DIARIO SABANA MULTI-SECCION BASADO NO EN INGRESOS DE CIRCULACION SINO DE PUBLICIDAD.
La primera vez que gracias a Barry Sussman estuve cara a cara con Ben Bradlee, entonces ya ex director del Post -una inolvidabkle conversación de casi dos horas acompañado de un pequeño grupo de colegas españoles y latinoamericanos- le pregunte cuál era la cosa de la que más se arrepentía tras ser muchos años el responsable periodístico del diario.
Su respuesta fue fulminante: «Haber hecho un diario intimidante».
Era entonces el Post un periódico con ediciones diarias que superaban hasta las 200 páginas y los domingos podían ser el doble.
Tanto que en muchos kioscos de Washington DC se veían grandes containers donde los lectores compraban el diario, seleccionaban los cuadernos que les interesaban y echaban a esas papeleras el resto.
El diario sábana multi-sección era un donosaurio que los ha matado.
Mucho más cuando el 90-95% de sus ingresos procedían de la publicidad.
De nuevo Leo Bogart: un modelo así es un gigante con piez de barro.
Bastó una crisis global como la que todavía estamos viviendo para que este tipo de diarios agonizaran violentamente.
Pero hay muchas más causas y de ellas hablaré en otro post.
Cómo matar los diarios impresos…6
Me lo dijo hace pocos años un Director General de EL PAIS («siempre negaré que te lo dije»): perdemos dinero con las ediciones de lunes a sábado pero la del domingo paga toda la semana.
Lo mismo ocurre en el resto del mundo.
La gente no tiene tiempo para leer en los días laborables.
Y empieza a no tenerlo, también, el fin de semana.
Por eso están cayendo y seguirán cayendo la venta y lectura de diarios impresos en sábado y domingo.
Hay que reinventar diarios con dos ciclos:
Los de lunes a miércoles y los de de jueves a domingo.
Sin hacer diarios inacabables.
Diarios intimidantes.
Porque también los nuevos y largos fines de semana necesitamos «diarios-caviar»
No, «diarios-potaje»

