Cómo matar los diarios impresos (38): menospreciando la publicidad

COMO 38
Esa fue la gran razón de existencia de los clasificados.
La gente hacía cola en las puertas de los talleres para poder consultar antes que nadie los anuncios por palabras.
Y todas las encuestas certifican que los lectores consideran los «avisos» como parte de su dieta informativa.
No en vano, las primeras gazetas comerciales eran eso: «diarios de avisos».
Por tanto, cuantos más y mejores anuncios, mejor que mejor.