
El Periodismo no lo hacen las rotativas.
Ni los Sistemas Editoriales.
Y tampoco las Macs, los iPads o los iPhopnes.
El Periodismo lo hacen gentes como usted o yo.
Gente.
Gente.
Gente.
Y se hace con tiempo.
Tiempo.
Tiempo.
Tiempo.
Por eso decía Luis Infante, el que fuera director de MARCA, que en Periodismo la calidad se mide en «personas/hora/milímetro cuadrado».
Gran verdad.
El Periodismo necesita gente y tiempo dedicado a hacerlo realidad.
Lo demás es periodismo en minúscula de «cortar y pegar».
Lo demás, sencillamente, no es Periodismo.
Es basura.
Cómo matar los diarios impresos… 4
El «arrevistamiento» de los diarios es volver a sus orígenes.
Los diarios-sábana nacieron como una estrategia defensiva ante los impuestos que se pagaban en función del número de páginas.
Eso es todo.
Y nada tienen que ver con el falso binomio sábana=calidad.
De hecho, el diario más escandaloso y popular de Europa es un sábana: el Bild alemán.
La cuestión de los formatos es clave para lectores de transportes públicos.
La facilidad y comodidad de lectura son fiundamentales en una sociedad de gente sin o con poco tiempo para leer.
Se acabaron ya las vacas gordas de una publicidad ilimitada que generó los diarios multi-sección.
Hoy necesitamos diarios compactos o, como dicen los franceses, «de una mano».
Y todo esto no son más que mínimos.
En 30 años en este negocio no he visto todavía una encuesta donde los lectores «pidieran» diarios sábana, y si diarios mejor impresos, más manejables, menos intimidatorios, más selectivos y, atención, menos caros de producir.
Menos es más.
Diarios formato-caviar.

