«I still believe nonfiction is the most important literature to come out of the second half of the 20th century».
Basta leer este nuevo y maravilloso sobre el New Journalism, La banda que escribía torcido de Marc Weingarten para darse cuenta que es verdad.
¿Alertas informativas? Oiga, joven, a todas horas, por tierra, mar y aire
Algún despistado dice ahora que los periódicos no están para «dar noticias».
Querrá decir en sus versiones impresas, aunque si son exclusivas no veo por qué deban renunciar a un género tan noble.
Digo esto porque salvo las grandes agencias de noticias mundiales, todavía no hay ningún otro gran medio que tenga la capacidad de «fuego noticioso» como la redacción de un diario.
La radio y la televisión siguen viviendo de la artillería de los periódicos, de sus reporteros, corresponsales y enviados especiales.
Las redes sociales no son más que un amplificador de noticias que muchas veces proceden de nuestras redacciones, aunque muchas veces sea el público quien las descubre; pero aun en esos casos los lectores buscarán en las grandes marcas periodísticas el respaldo y confirmación de lo que puediera ser tan sólo ruido y humo.
Pensar que las redacciones de periódicos han perdido la agilidad de antaño es una memez.
Basta ver como hoy en las nuevas redacciones multimedia las «breaking news» son un torrente que alimenta no la versión impresa pero si todas nuestras plataformas de información instantánea: webs, celulares, apps, cuentas en las redes sociales, radio o televisión.
Y tengo para mi que as redacciones de los diarios morirían si esa savia informativa dejara de fluir por sus venas.
Escribo todo esto al ver hoy esta foto entrañable y reveladora de Associated Press.

Nueva York, abril de 1912: la gente se congrega ante la sede del New York American para leer, en una gran pizarra, los nombres y apellidos de los supervivientes del Titanic y las últimas noticias del naufragio.
Pues, bien señores y señoras: hoy seguimos haciendo lo mismo pero por otros medios.
Más rápido y mejor.
Difundiendo textos, imágenes y sonidos casi en simultáneo.
Y llegando a más gente que nunca.
24/7
En Nueva York y fuera de Nueva York.
En todo el mundo.
Con la misma velocidad, precisión y fiabilidad.
Haciendo periodismo instantáneo en esta maravillosa galaxia de nuevos medios de difusión inmediata.
Y, además, explicando, analizando y valorando como nadie, al día siguiente en el papel, su significado e importancia, sus causas y consecuencias…
Dicho esto, lo demás me parece que es discutir sobre el sexo de los ángeles.
O estar fuera de la realidad.
Protestas gigantescas que requieren explicaciones, respuestas y soluciones

Así está el patio en Brasil.
Basta ver las Primeras Páginas de la prensa brasileña de hoy para darse cuenta que tanta foto, tanto clamaor y tanta indignación no pueden despacharse con tópicos, descalificaciones o llamadas al orden y control.
Aquí está pasando algo mucho mas serio.
Y los diarios están obligados a mojarse.
Algunos lo hacen con más primeras editorializantes.
Otros parecen desconcertados.
Lo que está claro es que Brasil tiene una prensa vibrante, valiente y populista.
Si los periódicos saben liderar lo que políticos, partidos, sindicatos y gobierno no supieron hacer, no va a quedar papel en los kioscos.
Como dije hoy mismo en este blog, es el tiempo de un «periodismo de problemas y soluciones»







En Brasil y en todo el mundo.
Cómo matar los diarios impresos… 32

Hay médicos que diagnostican.
Y médicos que recetan y curan.
Con el periodismo pasa lo mismo.
Hay un periodismo que refleja problemas y conflictos, y a eso se limita.
Y otro que aporta salidas y alternativas a esos problemas y conflictos.
Lo primero es más fácil y barato.
Para lo segundo las redacciones necesitan periodistas expertos o «expertos en expertos» que expliquen lo que pasa, por qué pasa lo que pasa, y qué hay que hacer para que deje de pasar lo que pasa.
Los «diarios del día después» (como suelo denominar a los diarios impresos del futuro) están llamados a proporcionar ese «plus informativo».
O se van a morir ellos solitos.
Y esa puede ser, estoy absolutamente convencido, una de sus grandes fortalezas y valores diferenciales con otros medios y plataformas.
A la gente no le basta con saber si tiene una enfermedad: la gente quiere saber cómo curarse.
La gente busca esperanza.
A eso le llamo yo «periodismo de problemas y soluciones».
JOSEPH PULITZER dixit
El (sabio) consejo de Robert Capa
«Si tus fotografías no son lo suficientemente buenas es porque no estás lo suficientemente cerca».
Esta tremenda foto de AFP sobre los disturbios en Brasil haría felíz al autor de la frase, Robert Capa.
(Via Jon Barandica y su selección diaria en Terra.es)
Estado de Minas: una Primera Página que grita y editorializa

No se puede hacer todos los días.
Las Primeras Páginas están para informar.
Pero a veces también deben opinar.
Y no me parece mal que esta vez los amigos de Estado de Minas lo hayan hecho.
Con fuerza y creatividad.
Parabéns!
(Via el blog de Eduardo Tessler)
Cómo matar los diarios impresos… 31
Al primero que le oí hablar de «Periodismo Estratégico» hace más de 20 años fue a Claude Monnier, el antiguo director del Journal de de Genéve.
Claude había dejado el diario e intentó convencer a inversores suizos para que financiaran el proyecto de un nuevo semanario de noticias que al final acabó convirtiéndose en un bimensual exquisito llamado Le Temps Strategique.
Por entonces invité a Claude Monnier para que fuera uno de nuestros primeros consultores y le nombramos miembro de nuestro Board of Directors que presidían dos pesos pesados del mejor periodismo norteamericano, Barry Sussman y Leo Bogart.
Fue un visionario y un maestro que nos enseño a pensar cómo debían ser los diarios y revistas del futuro.
Su fórmula era simple: periodismo pensado, original, condensado y anticipador.
«Periodismo Iceberg» otra modalidad que encandilaba siempre al francés Claude-Jean Bertrand, otro de nuestros directores ya fallecido: periodismo que va más allá de los indicios y los rumores, periodismo que saca a la superficie grandes historias; periodismo atento a tendencias y nuevos estilos de vida.
Todo eso lo aprendimos en INNOVATION hace más de 20 años.
Y hoy es mas vigente y necesario que nunca.
Aquí y ahora.
Y luego dicen que el pescado es caro…
Cómo matar los diarios impresos… 30
Reuniones inacabables.
Desordenadas
Aburridas.
Somníferas
Para «cantar temas».
Y perder el tiempo.
Lo siento, pero he conocido pocos diarios con salas de reuniones eficientes y consejos de redacción apasiomantes.
Primero, el mobiliario.
Parecen comedores.
O salas de Consejos de Administración.
Mesas largas inacabables con el director en un extremo para que la mitad de los que asisten ni siquiera le oigan.
O fórmulas extravagantes como la de estos confortables sofás en el Guardian de Londres.

Con el inconveniente de que suelen asistir muchas personas y muy pocas tienen asiento.
Yo mismo asistí a una de esas reuniones en la que Alan Rusbridger tuvo que estar de pié.
Luego, el método.
Nada es más útil para hacer estas reuniones breves que las «reuniones a la japonesa», es decir, con la gente de pié y sin apoyarse en las paredes.
Eso es lo que hacía Hubert Beuve-Mery en Le Monde.
Cuando empezamos a trabajar en Le Monde, un día Éric Fottorino me llevó a la planta de directores y me enseñó la reliquia del viejo desk del fundador del diario, y una antigua secretaria de Beuve-Mery me hizo esta foto que guardo como iun tesoro.

Sirius era todo menos superficial y convencional, por eso le gustaba tener a todos sus subdirectores y redactores-jejes alrededor del desk: era el único que se sentaba, y no se recuerda que aquellas reuniones duraran más de 15 minutos.
No sigo.
Hoy las reuniones tienen poco sentido.
La planificación debe hacerse por otras vías, por ejemplo, con las Agendas Eletrónicas de los Sistemas Editoriales que apenas se utilizan.
Lo importante no es reunirse sino estar en comunicación permanente.
Para eso las nuevas redacciones integradas son inigualables.
Los SuperDesk en espacios abiertos son una reunión de planificación, supervisión, ideación y comsulta a todas horas.
Para hablar, discutir, opinar y, sobre todo, no burocratizarse.
Y no aburrirse, lo cual es mortal porque sabido es que «redacciones aburridas, hacen diarios aburridos».




