Cómo matar los diarios impresos…6

Me lo dijo hace pocos años un Director General de EL PAIS («siempre negaré que te lo dije»): perdemos dinero con las ediciones de lunes a sábado pero la del domingo paga toda la semana.

Lo mismo ocurre en el resto del mundo.
La gente no tiene tiempo para leer en los días laborables.
Y empieza a no tenerlo, también, el fin de semana.
Por eso están cayendo y seguirán cayendo la venta y lectura de diarios impresos en sábado y domingo.
Hay que reinventar diarios con dos ciclos:
Los de  lunes a miércoles y los de de jueves a domingo.
Sin hacer diarios inacabables.
Diarios intimidantes.
Porque también los nuevos y largos fines de semana necesitamos «diarios-caviar»
No, «diarios-potaje»

Cómo matar los diarios impresos… 5


Nada más mortal que el «periodismo sedentario».
Con redacciones llenas de gente.
Hipnotizadas ante las pantallas.
Reciclando materia muerta y haciendo «recortajes»
Wikiperiodismo de «cortar y pegar»
Hay que vaciar las redacciones y volver a la calle, a la gente, a las colas, a las broncas, al metro, los autobuses y los trenes de cercanías.
«Periodismo sudoroso» frente a periodismo de aire acondicionado.
Periodismo en movimiento.
Periodismo de suela de zapato.
Periodismo real y no periodismo virtual.
De segunda mano.
Inerte.
Sin pulso.
Plano.
Muerto.

Cómo matar los diarios impresos… 4

 El «arrevistamiento» de los diarios es volver a sus orígenes.

Los diarios-sábana nacieron como una estrategia defensiva ante los impuestos que se pagaban en función del número de páginas.

Eso es todo.

Y nada tienen que ver con el falso binomio sábana=calidad.

De hecho, el diario más escandaloso y popular de Europa es un sábana: el Bild alemán.

La cuestión de los formatos es clave para lectores de transportes públicos.

La facilidad y comodidad de lectura son fiundamentales en una sociedad de gente sin o con poco tiempo para leer.

Se acabaron ya las vacas gordas de una publicidad ilimitada que generó los diarios multi-sección.

Hoy necesitamos diarios compactos o, como dicen los franceses, «de una mano».

Y todo esto no son más que mínimos.

En 30 años en este negocio no he visto todavía una encuesta donde los lectores «pidieran» diarios sábana, y si diarios mejor impresos, más manejables, menos intimidatorios, más selectivos y, atención, menos caros de producir.

Menos es más.

Diarios formato-caviar.

Cómo matar los diarios impresos…3

Viví hace años la larga e incabable agonía de Juan Pablo II en un diario norteamericano.
Una noche, como todas las noches, su director me decía fustrado y abatido:
«Pido a Dios que se lo lleve porque su agonía nos pone en evidencia»
Razón tenía porque, se quejaba, «¿qué demonios vamos a publicar mañana que ya no hayan visto, oído o leído nuestros lectores el día anterior y durante la madrugada cuando nuestras rotativas imprimen un diario ya superado por los acontecimientos?»
Buena pregunta.
Todo eso, sin embargo, no es nuevo.
Primero creyeron los diarios que las webs no eran competencia porque sólo colgaban las versiones online de las ediciones impresas.
Pero llegó Google News y todo cambió: nuestros lectores podían seguir las «últimas noticias» en tiempo real, las propias y las ajenas, las locales y las internacionales.
Todas.
Todo el tiempo.
En cualquier parte.
Luego vinieron otros «agregadores», piratas o no, pero que nos «robaron» las últimas noticias.
Y ahora somos nosotros mismos los que vamos camino de «canabalizarlas» con versiones en tabletas que se actualizan a lo largo del día.
No en una sucesión deslabazada y a veces contradictoria de «flashes» noticiosos.
No.
En versiones que consolidan las noticias y las convierten en historias y análisis.
Periodismo que compagina lo instantáneo con el porqué y el más allá de las noticias.
Algo que tampoco es nuevo porque siempre las buenas agencias de noticias lo hicieron, lo hacen y lo seguirán haciendo.
Y ahí están Associated Press, Reuters o Bloomberg para demostrarlo.
Así que ya me dirán ustedes si no es urgente, vital, estratégico y decisivo el «repensar» el contenido y la estructura de los diarios impresos.
Los diarios del «día después» y no el «diario de ayer»
Ese es el reto.

Cómo matar los diarios impresos…2

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Tiene razón Gabriel García Márquez cuando dice que los diarios «ya no son los ‘propietarios’ de las noticias»

Pero todavía hay muchas redacciones que no se han enterado.

Y toda su obsesión sigue siendo «cerrar, cerrar, cerrar».

O como dicen los brasileños, «fechar, fechar, fechar».

Yo creo que es esa obsesión puede ser mortal.

Hoy una redacción debe trabajar sabiendo que sólo tiene tres opciones:

Una, publicar GRANDES EXCLUSIVAS.

Dos, tener AGENDA PROPIA.

Tres, ofrecer contenidos con VALOR AÑADIDO.

El resto es historia.

Por tanto, a breves.

Como matar los diarios impresos… 1


Con demasiada frecuencia los periodistas nos creemos el centro del universo informativo.
Nos miramos al obligo.
Somos narcisistas.
Y acabamos siendo arrogantes.
Nos olvidamos de la gente.
De nuestros lectores.
Cuando, no lo olvidemos, ellos y sólo ellos son los que mandan.
No los editores, directores, gerentes o accionistas.

Como matar los diarios impresos


La primera vez que hice una presentación de CÓMO MATAR… fue invitado por Juan Caño ante los directores de Hachette Filipacchi y con el director de PARIS MATCH delante.
Sobreviví.
Después de aquel CÓMO MATAR LAS REVISTAS volví a repetir el intento en el Congreso Mundial de Periódicos de la Asociación Mundial de Diarios (WAN) en Gotemburgo, Suecia, con un HOW TO KILL NEWSPAPERS.
Sobreviví.
Y ahora acabo de hacerlo de nuevo ante los propietarios, editores y directores de los 11 diarios más importantes de Latinoamérica reunidos en Miami con estas «50 Fórmulas Infalibles y Mortales de Necesidad» que concluyen con las «Cinco Grandes Revoluciones Pendientes» para que no se mueran o no los matemos.
Sobreviví.
Tengo que dar las gracias a Antonio Martín, nuestro gran consultor de diseño de diarios y revistas que es un también un crack haciendo nuestras presentaciones.
Prometo colgarlas todas y glosarlas con la brevedad prometida al comienzo de este blog.
Una por día para que no se atraganten.
Y muchas gracias por estar ahí.

Periodismo en tiempos de crisis


Hace años escribí que los médicos de las unidades de emergencia no pueden excusar sus fallos diciendo que los pacientes que les llegan están muy mal.
Para eso, precisamente, los llevan a urgencias.
Porque se espera que médicos y enfermeros los salven tomando decisiones rápidas, correctas y, a veces, arriesgadas pero necesarias.
Cuando uno ve a los periodistas que cubren (es un decir) la crisis de la Eurozona, uno sospecha que estamos en manos de aficionados, que no se enteran de lo que pasa y , por tanto, difícilmente sabrán explicarnos lo que pasa y por qué pasa lo que pasa.
La Eurozona se nos está muriendo a chorros.
Y no hay periodistas que nos lo digan.

El Periodismo en Tiempos de Crisis es una necesidad imperiosa.
Hoy escasea.
Se necesita y se añora.

Periodismo y espíritu comunitario

Warren Buffett, uno de los hombres de negocios más rico del mundo nos dió ayer una lección de Periodismo Puro y Duro sin ser periodista pero demostrando que entiende de Periodismo mucho más que algunos editores y directores de diarios.
Cuando le preguntaron por qué compraba 63 diarios del grupo Media General en Estados Unidos, su respuesta fue contundente:
«“En las ciudades dónde existe un sentido muy fuerte de comunidad, no hay institución más importante que el periódico local”.
Al leer esas palabras he vuelto a recordar al que fuera el director de INNOVATION en Estados Unidos, Leo Bogart, quien solía repetirnos siempre: «la crisis de las ciudades es siempre la crisis de los diarios»

Cuando el espíritu comunitario flaquea, flaquean los diarios, flaquea el Periodismo.

Estrategias periodísticas

Jeff Bezos, fundador de Amazon tiene razón cuando dice que las estrategias de las empresas deben definirse alrededor de lo que nunca va a cambiar.
En las empresar periodísticas eso tiene un nombre: Periodismo.


Así como suena, viste y calza.

Por eso frente a los fantasmas que quieren «hacer periodismo sin periodistas» (que es como querer hacer chocolate sin cacao), yo sólo conozco una estrategia periodística con éxito asegurado.
Se llama hacer «Periodismo Puro y Duro», «Periodismo Caviar».
El resto es magia negra.
Aquí lo único que funciona y nunca cambiará es el «contar historias que inquieten, emocionen y hagan pensar»


Y ganar dinero por contarlas antes y mejor que nadie.
Eso es todo.