
Me lo dijo hace ya muchos años uno de los primeros consultores de INNOVATION, el viejo Andrew Mango, que había sido director de los servicios en español de la BBC para el sur de Europa.
Andrew era y es un «viejo roquero» del Periodismo Caviar y no se andaba con bromas:
«Mira, Juan Antonio, a mi eso de que los hechos son sagrados y las opiniones son libres me parece muy bien pero lo que yo he aprendido en este oficio es que, en realidad, los hechos son caros y las opiniones baratas».
Desde entonces lo tengo muy claro.
Mucho del periodismo «low cost» que nos rodea es eso: abundancia de opiniones baratas y escasez de hechos.
Bla, bla, bla de tertulieros y polemistas que viven de aparentar y representar papeles prefijados, intolerantes y dogmáticos.
Al precio que sea, aunque la realidad (los malditos hechos) demuestre lo contrario.
Llenemos los periódicos de esta basura opinativa y aceleraremos la muerte del paciente.
Salgamos a la calle, viajemos, busquemos a la gente, veamos con nuestros propios ojos lo que pasa, preguntemos a los expertos por qué pasa lo que pasa, investiguemos… y el periodismo estará sano y salvo.
Hoy y siempre.
Aquí y ahora.
Y en todas partes.
